domingo, 21 de septiembre de 2014

Còmo volvernos COMPATIBLES

La falta de compatibilidad es un tema que en estos días aplica a todo, “mi computadora es o no es compatible con mi teléfono”, “no creo poder seguir en esa empresa, no soy compatible con su cultura”, “mis hermanos y yo no somos compatibles”, “los órganos deben ser compatibles para hacer un trasplante”, “nos divorciamos por incompatibilidad de caracteres”, parece referirse a la carencia de una cualidad de comunicación o de convivencia. Volvernos más compatibles es en cualquier ámbito de la vida altamente necesario, está comprobado que el hombre no está hecho para ser ermitaño ni para vivir aislado.
Hacernos compatibles tiene que ver con la forma en que decidimos ver al mundo en que vivimos y compartimos, lo vemos como esa foto de un paisaje al que todo le falta, desde color, luz, amplitud, gente, alegría, música, o vemos al mundo como esa realidad neutra que existe como es y que a cada paso nosotros le damos un significado.  Yo me inclino por la segunda, simplemente porque no soy de las que piensa en carestía, me gusta agradecer lo que hay, lo que me ha sido dado por la vida, es así como desde el agradecimiento cosecho abundancia, prosperidad y plenitud.
Si se trata de convivencia, la compatibilidad se relaciona con la tolerancia, tiene que ver entonces con “amar al prójimo como a ti mismo”, aceptar sus faltas y sus errores o defectos, ser compatible con cualquiera que comparto es mirarlo perfecto y valorar los esfuerzos que hace por ser mejor con los conocimientos y las herramientas que tiene a mano, no guarda relación con una práctica que comúnmente se nos hace fácil, desear que el otro sea como yo quisiera; si debo amarlo como a mí mismo, no cabe preguntar ¿a ti te gusta que te dirijan o moldeen tu forma de ser?, yo sé que no, a nadie le gusta.
Ser compatible invita a disfrutar del SER que somos cambiando sólo aquello que sentimos que nos limita y permitiendo a quienes comparten con nosotros la delicia de SER como son sin pretender cambiar nada de ellos, dando a la neutra realidad el significado más amoroso posible, para comprender que todo cuanto tenemos, vivimos y hacemos es necesario para convertirnos en nuestra mejor versión; incluso los obstáculos, pruebas o dificultades podemos interpretarlas desde la neutralidad de lo que son, como trampolines de aprendizaje y no desde la posición de víctimas.
En ocasiones por sentir inmenso amor por alguien, un hijo, un hermano, una pareja o un compañero de trabajo, nos parece que debería ser como consideramos es mejor para él, allí estamos dando un significado a la realidad desde el EGO que sirve y es compatible con tu “yo” y no necesariamente es lo que hace pleno y feliz al otro;  recientemente iniciando a leer un libro me estremeció una frase que utilizó el autor para agradecer a su madre, entre otras muy conmovedoras para mí, decía “gracias por vivir tu vida y no la mía”, una realidad tan inmensa como el sol, es que el amor de madre es verdadero por incondicional y de eso se trata ser compatible. Quien verdaderamente ama, no pide a cambio la felicidad del otro al ser quien es, no precisa que quien ama sea de manera distinta.
Procura hoy ser verdaderamente compatible contigo y decide descubrir el verdadero significado de tu existencia, así marcarás un punto de partida para diseñar tu destino y viajar hacia lo que quieres SER, HACER y LOGRAR. También dedica un rato a cultivar incondicionalidad en el amor que sientes por los demás, fluye con la realidad de cada uno y notarás cuan compatible te has vuelto con todos. Es sencillo hacernos compatibles.
Es siempre una delicia compartir estos espacios.
Con inmenso cariño
jannin

martes, 2 de septiembre de 2014

Construyendo el camino diseñamos el destino

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Realmente que nos ocurre cuando iniciamos un proyecto y al poco tiempo lo dejamos a mitad, muchos decimos que faltó planificación, que los objetivos no estaban claros, que no logré hacer el equipo idóneo, que fulano no me dio soporte, todo esto es excusa aun cuando pueda ser cierto.
Definir un camino o decidir trabajar en el diseño de tu propio destino es un proyecto maravilloso que requiere de algunos ingredientes vitales, a mí me encanta tener siempre un compañero o compañera  de aventura, recordemos que el disfrute se multiplica con sólo compartir, otro ingrediente que no puede faltar es la actitud, definitivamente la actitud es detonante de las mejores y más catalizadoras acciones, que piensas del proyecto a emprender que te lleva a sentirte bien con eso, también es necesario revisar los hábitos porque generalmente nos apoltronan en el sofá de la comodidad y nos restan energía positiva, pero el ingrediente secreto que determina el éxito de tu proyecto es el COMPROMISO.
Comprométete contigo y con lo que sueñas para que veas como no surge ninguna excusa válida para claudicar, cómo nada te parece imposible de alcanzar, cómo sacas vitalidad de donde nunca habías buscado y ganas fuerzas y energías hasta para cambiar tus rutinas de ejercicio y alimentación, descubrirás una nueva ventana a la que no te asomaste antes para ver el infinito potencial que tienes para lograr lo que te propongas. Ciertamente compromiso significa dar un poco más de ti y es que de eso justamente se trata, de soñar despiertos y fijarnos una meta clara que nos  permita desafiar nuestras creencias y superar esos paradigmas a veces personales, familiares o sociales que nos frenan en el avance y nos presentan una galería fotográfica enfrente cargada de excusas y grandes NO!!,  todo se puede, npasoso tengamos la menor duda.
Lo importante es descubrir cuál es la ruta que queremos seguir y de manera consciente comprometernos con nosotros mismos a perseverar en el andar, que como dijo el poeta es como se hace camino, no perseguimos la gloria sino la realización plena de nuestros sueños, nada hay que impida lo que forma parte de tu propósito cuando lo has decidido con compromiso, utiliza cada piedra del camino para marcar tus pasos hacia la meta.
Diseña y construye tu destino, el tiempo es ahora y es definitivamente tuyo para lograr lo que quieres SER, HACER y LOGRAR.
Será una delicia acompañarte.
jannin