domingo, 23 de marzo de 2014

Qué es ser un padre sobreprotector

Un padre protector es ese que hoy, bajo el amparo de cualquier argumento, nada exige a sus hijos, haciéndoles pensar que todo lo merecen. Como padres caemos en un grave error con esta actitud y a la larga se generan adultos inútiles y débiles, es por ello que no hay razón válida para hacerlos vivir eternamente a nuestras expensas; mucho más loable es brindarles oportunidades de independencia y enseñarles a reconocer el valor de ganarse las cosas mediante el esfuerzo propio.

En este contexto, siento que es importante resaltar una frase que leí en días pasados y que encaja perfectamente, recuerda que:

“Si con todo lo que tienes no eres feliz… con todo lo que te falta, tampoco.”


Al ver la película “Nosotros los Nobles”, no pude menos que buscar más información y encontré algunas opiniones, que aunadas a las propias, quise compartir. Les recomiendo ver el film; que de manera jocosa y situada en México, cuenta la historia del empresario Germán Noble, quien al darse cuenta de que sus tres hijos -Javi, Bárbara y Charlie- llevan una vida inútil y vacía y han tomado malas decisiones, decide fingir la quiebra de su empresa. De esta manera, los deja sin autos, celulares y tarjetas de crédito, los lleva a vivir a un vecindario pobre y les pide hacer algo que no saben hacer: TRABAJAR.

Nuestros hijos se convierten en el centro de nuestra existencia y eje de las acciones cotidianas, sin embargo eso no justifica  la ceguera de proveernos a nosotros como padres,  la satisfacción de sentirnos gratificados al darles todo, sin ver realmente que les quitamos  la capacidad de disfrutar cuando obtienen lo que quieren, después de trabajar duro y luchar por conseguirlo. Caemos, con frecuencia en la trampa de sentir que si no damos todo, incluso lo que nunca tuvimos se van a deprimir, traumatizar o suicidar,  los convertimos así en débiles para la lucha.

Es posible que en el mejor de los casos les enseñemos a recibir e incluso ser agradecidos, pero seguramente dejamos de enseñarles las importancia de dar y casi ninguno  lo practica; fácilmente los convertimos en egoístas y merecedores, es por ello que muchos ya hoy no piden… exigen;  llegan incluso a la edad adulta y viven sin responsabilidades sin necesidad de esforzarse, no lo necesitan pues nosotros caemos en proveerles todo porque consideramos que ese es nuestro rol de padres. Si ya trabaja y gana poco nos parece horror pedirle que aporte algo a la casa, “es que ahora que soy papá o mamá no quiero que sufra las carencias que viví yo” –decimos-, así llegamos al extremo de resolverles todo, no solo con dinero, sino con las responsabilidades que en cada momento de vida deben asumir, creemos que brindarles la oportunidad de crecer es ponerle en bandeja de plata lo que debe hacer y decidir y si enfocas lo que estamos haciendo es evitar que vivan las necesarias consecuencias de sus conductas, acciones y decisiones, los sobreprotegemos al eliminar las responsabilidades y el enfrentar sus propios errores en los casos necesarios, parece que preferimos que los hijos crezcan en un mundo burbuja de mentira y virtualidad.

Como padres debemos enseñarles que ser felices es transitar el camino de búsqueda de cuanto soñamos para ser quienes queremos ser, aunque no necesariamente sea la vía cómoda y fácil.

Me permito, entonces, subrayar la importancia de fijar límites, de mantener normas de convivencia en casa y muy importante, de vigilar el cumplimiento de los roles según corresponde a cada uno en el equipo familiar, cuidado con abuelos complacientes en demasía, tíos rebeldes que son encubridores por cariño, amigos que no conocen a fondo los valores y principios que compartimos y fomentan los suyos; por tanto no son los mejores amigos.  No podemos controlarlo todo, pero si es necesario abrir los ojos a nuestras propias experiencias de crianza y lo sabios que empiezan a ser nuestros padres cuando en padres nos convertimos, no caigamos en la terquedad, sin base, de decir, “yo lo hago diferente a como lo hicieron conmigo”, solo porque no queremos ver que nuestros padres en mucho tenían razón, siempre hay posibilidad de mejorar la labor, hoy tenemos herramientas que nuestros padres no tuvieron y seguramente cometieron errores, pero en esencia lo hicieron bien contigo, por eso eres quien eres hoy, recuerda que tooodo lo que has vivido era necesario para estar hoy aquí, incluso leyendo estas líneas que con cariño comparto. No permitamos que por darles todo a los hijos… los dejemos sin nada.
Algunos consejos de expertos:

  • Establecer reglas y límites, los hijos tienen derechos pero también obligaciones.
  • Edúcalos y pon disciplina desde bebé.
  • Procura que se esfuercen por lo que quieren y serán adultos responsables.
  • Analiza las motivaciones que lo impulsan a pedir algo, "moda, necesidad o ser visibles y aceptados".
  • Haz consciencia de que carecer de algo no traumatiza, fortalece el carácter y el valor de lo que logras.
  • Premia y permítele ver cuando se ha ganado algo especial realmente por merecimiento.
  • Disfruta cada momento juntos y presta atención cuando comparten.
  • No escatimes en amor a borbotones.  Dar es la manera mas dulce de recibir.


Siempre en la mejor disposición de aprender y compartir

jannin

sábado, 15 de marzo de 2014

HAGAMOS LAS PACES

Hace días que no me atrevo a escribir nada para compartir, han estado grises las nubes y más aún el entendimiento dadas las circunstancias del entorno social;  mucho dolor, mucho estrés, mucha concentración de pensamiento en el diario vivir, pero por sobre todo mucha incertidumbre, este último elemento nos confronta realmente a lo que puede ser la posición de cada uno ante lo que ocurre y ese no es el tema que me ocupa, ya que es un capitulo personal que cada uno escribe.
Hoy quiero compartir la necesidad que todos compartimos de hacer las paces, estoy segura de que esta expresión la decimos muchas veces sin detenernos en lo que realmente esta ante la vista, que hacer las paces no es otra cosa que inundar de paz nuestros espacios personales, es “paces” simplemente el plural de la palabra PAZ y que delicia es hacer las paces con quienes quieres después de cualquier pelea verdad?; para sentir paz en nuestra vida presente y ser capaces de alcanzar en el futuro todo lo que deseamos y merecemos, es necesario haces las paces.
Aunque suena a refrito, “si tu cambias todo cambia” o también “todo empieza en ti mismo”, es muy muy cierto y la clave está en hacer conexión primero contigo y luego con tu inagotable fuente de amor  y misericordia que es justo esa parte de Dios que habita en cada uno de nosotros, esta conexión nos demuestra, que tan solo aceptando quienes somos, agradeciendo las bendiciones recibidas y buenas experiencias vividas podemos permitirnos dormir tranquilos; y es del dormir que quiero compartir hoy.
Ciertamente es necesario el dialogo, el acuerdo, la manifestación de buenas intenciones, sin embargo para empezar el trabajo personal y así definir que queremos aportar en estas circunstancias, es necesario el claro análisis de lo vivido a diario.  El mejor momento es ese justo antes de dormir en el que analizamos y nos damos cuenta que aun cuando hoy no lográramos todo lo que en la mañana nos habíamos propuesto, hicimos todo lo posible, pusimos nuestro mejor esfuerzo y aceptamos los resultados del día para proponernos dormir, descansar en paz con nosotros mismos y  mañana continuar, con fuerza renovada y ánimo, la búsqueda y creación de lo necesario para nuestros propósitos.  Ese momento del día es la mejor oportunidad para soltar y dejar pasar aquello que hoy vimos como un obstáculo o una dificultad, recuerda que ningún reto o desafío que se presente en tus planes es imposible de superar.
Creer, confiar y esperar es tener Fe en que nunca recibirás algo que no puedas manejar o resolver para darte cuenta finalmente de te fue puesto delante para tu más alto bien.
Debemos antes de dormir hacer las paces con nuestros propios pensamientos y sentimientos del día, la baja calidad del sueño y el descanso es causa inmediata de irritabilidad y desmotivación personal, nos nubla el entendimiento y nos obstaculiza el mejor desempeño al día siguiente, cuando seguramente requerimos más fuerzas para continuar; sé que pido mucho en días tan convulsionados socialmente, pero sólo si nos disponemos a dormir un poco y procurarnos un descanso mental suficiente amaneceremos con mayor claridad en nuestros propósitos y vitalidad para la acción. Ten en cuenta que a través de un descanso de calidad, permites a tu cuerpo y mente recuperar energía, logrando la mejor disposición a emprender el camino diario de tu quehacer personal y desempeño social.
Dependiendo de las creencias personales de cada uno, vaya mi absoluto respeto por todos, encuentro que justo antes de dormir y sean cuales sean las circunstancias en las que termine el día, debemos cumplir ciertas faenas personales para ayudarnos a ganar fuerzas y buscar el confort emocional tan importante en momento difíciles. Comparto algunos aspectos que no podemos saltar:
1.- Procura no estar en proceso de digestión, mejor aún si solo ingieres algo liviano.
2.- Regálate una ducha tibia y mientras cae sobre ti la cascada de agua, haz 5 respiraciones profundas y conscientes.
3.- Desconéctate del tema de la ruda actividad del día a través de una breve lectura o conversación con los tuyos en un tema distinto.
4.- Agradece cada una de las bendiciones que has recibido en la jornada y aprovecha para hacer inventario mental de bendiciones anteriores.
5.- Conecta tu energía con la grandeza de la fuente vital y deja en sus manos la reparación de tu cansancio, de tu claridad mental y de las nuevas acciones a seguir mañana. Pide cuanto quieras, la fuente sabe cuáles son tus verdaderas necesidades.
6.- Sin ser egoísta al pedir solo para ti, conecta con la necesidad colectiva de Orden, Equilibrio y Justicia Divina.
Mañana será otro día.

jannin